Personas geniales empiezan grandes obras… personas trabajadoras, las terminan
15 de octubre del año 2015 de nuestro Señor…, en aquel pueblo a los pies del castillo, las aldeas se repartían, espacios y tiempos bajo el poder de aquellos Caballeros del tablón de obra, que habitaban en la zona noble de dicho castillo, en la zona llamada “Porta do sol”, (asi llamada, por la brillantez de sus malhaceres). Dichos caballeros, retozaban, fiesta aquí, fiesta allí, todo de clo, clo, decía el gallo y nada de pago, presumían por doquier de hablar en voz alta en representación de aquella aldea donde pisaban, remarcando, cuan mejor eran que los vecinos de alado.
Un día les salieron unos aldeanos, cochambrosos, malhablados, orgullosos y todos los calificativos que los Sres. no aprueban, pues es de mala educación ir con la verdad por delante, pedir que se cumplan las mesnadas con Sr. justo y no con pescadores de orilla que habitan al lado de un lago extranjero o de gente que en piscina, agota su mariposa croleando. Estos malos hombres, tuvieron la desvergüenza de poner al servicio de los señores la posibilidad de colocar una hierba que no crecía en un espacio de la aldea aledaña al castillo, con un gasto cero, sin que los pobres aldeanos sufriesen el acoso del vil recaudador, y al servicio de todo el vasallaje de los Sres.; mÁs sorpresa se encontraron, cuando la negativa fue tal que aquel que mas se pareció a Judas, negó en Cortes, la posibilidad de que aquellos que vivían del gusano de la piedra de mar, realizasen tal labor.
Pero mira que un 24 M, los comuneros de aquel castillo, se levantaron con papeleta en mano y tras casi 24 jornadas de lucha, lograron que aquel Sr. recio y bigote abochado, saliese de su trono y encumbraron a otro, mas alto, mas fuerte y que todo el mundo penso que más nuevo, más moderno.
Aquella plaza, contaba con cerca de 300 niños y no tan niños que practicaban algo que se empezaba a llamar deporte, un nombre raro “fútbol”, para el cual, aquel campo que la hierba no crecía era la lecha, pero pardiez, como si Almogávares que pedían justicia encontrasen por el medio del camino a un Almajarife al que sustraer todo lo que acababa de robar, saltaba la bolsa y en ella el documento que decía que, aquellos niños de su Sr. se tenían que desplazar a Plazas mayores para poder practicar aquello que se llamaba fútbol, pues si el anterior Sr. no hacía, éste ya no dejaba hacer y así poco a poco, aquellas gentes se fueron apagando, se fueron dejando olvidar y aunque siguieron luchando, el limbo del tiempo los fue apagando y eliminando, mientras tanto, una nueva revuelta vendrá, unas nuevas cortes se reunirán y aquellos 300 no resistirán y con el honor a salvo…caerán.
¿Oh no?